Costa gaditana en bici de montaña
Hoy os propongo una completa ruta para realizar con la bicicleta de montaña por la bella costa gaditana. En ella no solo disfrutaremos de las impresionantes vistas que nos regala la costa atlántica. Si no también de reservas terrestres como el Parque Natural del Estrecho y el Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate.
La ruta tiene un carácter lineal y establece su punto de partida en la playa de Valdevaqueros, Tarifa; para finalizar en el camping La Rana Verde de Chiclana.
Unos 80 km, y 700m de desnivel positivo, que recomiendo realizar en meses que no sean veraniegos o de temporada alta por dos razones. La primera, evitar el calor que pueda llegar a ser sofocante. Y la segunda, evitar la masificación de personas en las playas.
Dos últimos consejos antes de organizar la ruta. Debemos tener muy en cuenta el viento, tan característico de la zona; que sople lo menos posible o que lo haga de levante. Por otro lado, también es muy recomendable controlar las mareas, y hacer coincidir la ruta con la bajamar para poder rodar sin dificultad por la arena de la playa.
Empezamos
Os cuento mi experiencia. ¡Adelante!
El viernes, tras salir del trabajo, nos desplazamos hasta la famosa playa del Valdevaqueros, en Tarifa. Un viaje largo desde Toledo que era compensado con la ilusión que nos caracteriza de ver el mar a todos los que vivimos en el centro peninsular. Afri y Kenya compartían viaje y entusiasmo conmigo.
Pernoctamos en el mismo punto de salida de la ruta, acompañados por una decena de vecinos furgoneteros. La noche fue «movidita» con un viento de levante que esperábamos según las previsiones.
Valdevaqueros
Amanecía, y la claridad sobre Valdevaqueros daba el pistoletazo de salida hacia Punta Paloma. Para llegar hasta este humilde núcleo urbano debía cruzar el primer punto de interés de la ruta, la duna de Valdevaqueros que por momentos consigue conquistar el asfalto de la carretera.
Al abandonar las Casas de las Palomas, el asfalto desaparecerá y dejará paso a la vereda de la Reginosa. Veremos hitos del GR-145 Arco Atlántico que debemos seguir. El mar desaparecerá ante nuestros ojos dando paso a un denso pinar. La técnica en este corto sector de dos kilómetros será muy importante si no queremos poner pie a tierra debido al camino arenoso por el que transitaremos. Tómatelo con calma.
Bolonia
Más pronto que tarde, saldremos poco a poco del pinar y con ello dejaremos detrás la arena blanda. Habremos llegado a El Lentiscal. De esta manera conectaremos las dos playas más famosas de Cádiz para los surferos. Bolonia se muestra ante nuestros ojos, orgullosa de su duna, al fondo. Una breve parada en uno de sus chiringuitos, en esta época cerrado, para orientarnos y decidir si visitar el conjunto arqueológico de Baela Claudia o no.
Tomaremos el asfalto para rodear el conjunto arqueológico por su parte trasera, no sin sufrir por primera vez las duras pendientes de la Sierra de la Plata.
Cabo Carmiñal
El Campo militar de Carmiñal nos obligará a bordear su perímetro, lo que nos conducirá hasta su faro del mismo nombre.
Una bonita bajada por una ancha pista nos permitirá disfrutar de las vistas del mar al fondo a la vez que descansamos del primer esfuerzo serio de la jornada. Disfrútalo.
Saldremos por primera vez, desde que iniciamos la ruta, de espacio protegido del Estrecho. Las urbanizaciones Entre dos Torres y Altanterra confirmarán la falta de protección de este escondido rincón de la costa gaditana.
Yo opté por rodar por el asfalto en la primera urbanización y por una pasarela de madera en la segunda. Pero si la marea es baja, puedes tirarte a la mar y disfrutar de esa sensación única de rodar por la arena dura de la bajamar.
Llegaremos a Zahara de los Atunes. A su salida, tras cruzar la desembocadura del río Cachón, tenemos un parking desde el que sale un camino que transita entre la playa y la carretera de Barbate. Puede ser una opción interesante, pero yo elegí seguir por la carretera aprovechando el levante que azotaba duro en ese momento para ganar tiempo a la jornada.
Barbate
Llegando a Barbate nos adentramos en el segundo espacio protegido de la jornada. La entrada al pueblo por sus marismas bien merece una parada para tomar una bonita fotografía. Una larga travesía nos dejará en su puerto.
Continuaremos rumbo oeste en busca del sendero de la Torre del Tajo. Un breve ascenso por carretera nos llevará al parking adecentado para los senderistas. Allí nos desviaremos para tomar altura por una ancha y adecentada pista que nos dirige hacia la Torre.
Arriba una parada para retomar el aliento e iniciar el descenso hacia los Caños de Meca. De nuevo se nos presentan un par de kilómetros entre un denso pinar con caminos arenosos donde es difícil mantener el equilibrio. De nuevo ten paciencia, al menos en la bajada.
Cabo de Trafalgar
Entre los pinos se observa al fondo el Cabo de Trafalgar, pero antes debemos rodar por las calles de Caños que nos dirige hacia tan destacado lugar.
Bien merece la pena un breve desvío del camino para acercarnos al faro de Trafalgar y recordar aquella histórica derrota contra los ingleses frente a estas costas. El tómbolo que une la costa con la isla donde se halla el faro está asfaltado, con playas a ambos lados y cortada al tráfico.
Rodando por la bajamar
Retomando el rumbo por asfalto hasta Zahora. Tenemos dos opciones en esta última localidad. Seguir por asfalto hasta El Palmar o buscar la playa y recorrer los 10 km que separan Zahora con Conil por la arena dura de la baja mar. Recomiendo la segunda opción (si nos hemos informado previamente de las horas de bajamar y vemos que coinciden con nuestro paso).
Yo tomé un camino arenoso durante unos dos km que pudo con mi paciencia. Debía haberme dirigido directamente a la línea de costa.
Llegando a Conil debemos salvar el paso del río Salado, tenemos un puente adecentado o podemos hacer un divertido vadeo. A gusto del consumidor. Yo hice un vadeo de no más de 50 cm.
Conil
En Conil seguiremos la línea costera en busca de la playa de la Fontanilla que nos dejará a las puertas de la urbanización Fuente el Gallo.
Al otro lado aparecerán las Calas de Conil. Un camino señalizado para senderistas así nos lo confirmará. El terreno se torna rojizo y las calas se van sucediendo a nuestra izquierda hasta llegar a la Cala del Aceite. Aquí deberemos bordearla y seguir en busca del puerto del Cabo Roche.
Desde el Faro Roche sale una pista ciclable a la izquierda que se aproxima a los acantilados. Yo opté por tomar la carretera asfaltada que va paralela para llegar hasta la urbanización Roche.
Terminando la ruta
Poco más adelante estaremos llegando a la urbanización Sancti Petri, en las proximidades de Chiclana. Solo quedará la búsqueda del Camping la Rana Verde donde por 4,5€ te permiten una ducha y donde Afri me esperaba junto con Kenya para retomar la segunda parte del finde.
No todo es bici
Tocaba ahora desplazarnos hasta Sanlúcar de Barrameda para disfrutar de la «familia tanzana» tomando unas tortitas de camarones y manzanillas. Picándonos en el Scalextric. O viendo el atardecer desde el barrio de Bajo de Guía.
La cena furgonetera dio paso a una visita sevillana donde ampliamos la familia y disfrutamos de esta ciudad con tanto arte como sus azoteas desprenden.
¡Hasta la próxima amigos!