Área Recreativa Fuente la Teja, Vallanca. Ademuz.
CAMPER,  SENDERISMO

El Rincón de Ademuz: Río Bohílgues.

El Rincón de Ademuz, es uno de los peculiares terrenos exclave que existen dispersos por toda la geografía española. Estos lugares se caracterizan por ser territorios administrativos situados o rodeador por otros que no pertenecen a la misma administración. Existen muchas más en la península como Anchuras, Treviño, Llívia…

Pero hoy nos centraremos en este territorio de la Comunidad Valenciana, que se halla enclavado entre Aragón y Castilla-La Mancha. Entre Teruel y Cuenca respectivamente.

Rincón de Ademuz

Una porción de tierra donde el río Turia se abre paso entre las sierras de los Montes Universales y Javalambre, dentro del prominente Sistema Ibérico. Compuesto por siete municipios; Ademuz, con un millar de habitantes, ejerce de capital de comarca. A pesar de su poca extensión, cuenta con el Parque Natural de la Puebla de San Miguel.

Su orografía es muy irregular, compuesta por múltiples cañones que encajonan pequeños cursos de ríos que desembocan en el Turia.

Microreserva Natural río Bohígues. Ademuz.
Microreserva Natural río Bohígues. Ademuz.

Uno de ellos es el río Bohílgues, único que nace y muere en la misma comarca. Con inicio en Vallanca y final en Ademuz, crea una microreserva natural junto a sus orillas digna de visitar, sobre todo en otoño.

Ruta del río Bohílgues

La ruta, de unos 7 km de distancia, es muy sencilla y fácil de realizar. Es uno de los atractivos turísticos de esta comarca en proceso de despoblación. Es uno de los principales atractivos de la comarca, por lo que si la realizamos en días festivos u horarios «cómodos», podemos llegar a coincidir con mucha gente.

Pensamos que un lugar remoto en tiempos de Covid, nos aseguraría la poca o nula presencia de turistas. Pero al elegir una hora «decente» nos hizo coincidir con un número significativo de personas.

La ruta oficial PR-V 131 es lineal siguiendo el curso del río. Pero existe una opción circular que asciende por la ladera derecha del cañón. Mucha gente opta por esta opción o la de iniciar la ruta en Ademuz hasta llegar a Vallanca y volver por el mismo camino.

Debido al estado de Afri, embarazada de cinco meses, decidimos conducir con nuestra furgo hasta el área recreativa Fuente la Teja, a la salida de Vallanca. De esta manera haríamos el trazado de 7 km en descenso para, posteriormente, tomar un taxi que nos llevase de vuelta al inicio.

Área Recreativa Fuente la Teja, Vallanca. Ademuz.
Área Recreativa Fuente la Teja, Vallanca. Ademuz.

Los Cuatro Mosqueteros

Comenzamos por una zona de huertas donde en los primeros metros nos topamos con cuatro nogales centenarios denominados «Los Cuatro Mosqueteros». Impresiona su presencia y la proximidad entre ellos. Este primer tramo realmente pertenece al Paraje Natural Municipal Umbría de la Huerta, que podemos perfectamente anexionar a nuestra ruta.

Tras este prólogo, y aún en cierta lontananza, observamos al otro lado del río el pueblo de Vallanca con sus cuevas naturales mezclándose entre las construcciones populares de la localidad. Tras un suave descenso, llegamos hasta la misma orilla del río. Durante algunos metros, pasearemos por una pista donde es fácil cruzarnos con algún coche que se desplace a algunos de los huertos particulares que por allí se encuentran.

Huertas de Vallanca

Según vamos dejando atrás Vallanca, a los 3 km de ruta, la pista deja paso a un estrecho sendero que sale a mano derecha de nuestra marcha. Será curioso ver algunas decoraciones artesanas a modo de ganchillo que recubren muchos de los troncos de los árboles.

Pista por las huertas de Vallanca. Ademuz.
Pista por las huertas de Vallanca. Ademuz.

Poco más adelante, un balcón sobre la hoz del río nos ofrece unas vistas panorámicas espectaculares antes de adentrarnos el verdadero sendero que estábamos esperando.

Un breve descenso de cotas nos vuelve a dejar junto a la orilla y ahora parecerá que hemos cambiado de lugar por completo. Acabamos de entrar en la microreserva natural.

Microrreserva Natural

En varias ocasiones se nos ofrecerán a nuestro paso cortos ramales que se aproximan al cauce. En todos ellos el objetivo es observar alguna pequeña cascada con posibilidad de algún refrescante baño si hacemos la ruta en épocas de calor.

Río Bohílgues. Ademuz.
Río Bohílgues. Ademuz.

Existen dos pasos interesantes en esta parte de la ruta. Una en la que, el agua a nuestra derecha y la pared rocosa a nuestra izquierda, nos obligan a realizar un paso de uno en uno.

El otro, el momento en que se cruza una canalización de agua sobre unos humildes tablones.

Llegada a Ademuz

Poco a poco el valle comienza a abrirse de nuevo para llegar a las zonas de huerta, ahora de la localidad de Ademuz. Se nos ofrece la opción de cruzar el cauce y continuar por su vertiente derecha por caminos. O seguir por la izquierda por el sendero, previo paso por la zona de descanso habilitada con mesas para comer.

Río Bohílgues. Ademuz.
Río Bohílgues. Ademuz.

Ya en la localidad, una cascada nos da la bienvenida antes de llegar al final oficial de ruta en la fuente de los caños.

Tras poco más de dos horas de ruta, era el momento de descansar, tomar un tentempié y preguntar en la gasolinera del pueblo por algún taxista local.

Vuelta en taxi

Por 15€ nos devolvió al lugar de inicio. En el trayecto nos comentaba las dificultades económicas de la comarca y la cantidad de negocios locales que estaban cerrando. El taxista tenía un negocio familiar de autobuses y taxis. Al pobre le interrumpimos su paella en casa para llevarnos hasta Vallanca. En tiempos de Covid, no está la cosa para ponerse exquisito con los clientes. Trato muy amable, nos recomendó varios lugares para visitar en Ademuz. Pero Afri bastante había hecho ya en la jornada de hoy en su estado.

Puente sobre el río Bohílgues. Ademuz.

Probamos en un lugar que nos comentó tranquilo al otro lado del río, a las afueras de la localidad. Pero estaba lleno de gente. Así que decidimos poner en funcionamiento la web de furgoperfecto y poner rumbo a la cercana Val de Sabina.

Lugar para dormir

Desde allí sale una pista con mal asfalto hacia Sesga. Y de esa pista se desvía a un área recreativa donde se nos presentaba una bonita panorámica hacia el valle de Casas Altas.

Allí, Afri disfrutó de una merecida siesta mientras que yo aprovechaba a corregir algunos exámenes con actitud muy positiva en uno de las mesas para picnic en el lugar. Lugar muy escondido pero muy bien preparado.

Área recreativa Val de Sabina. Ademuz.
Área recreativa Val de Sabina. Ademuz.

Antes de que el sol desapareciese en el recortado horizonte, jugamos unas partidas de cartas mientras los colores del atardecer empezaban a pintar el cielo.

Siguiendo el Turia

Al día siguiente era momento de completar la escapada visitando la playa. Nuestro objetivo fue seguir por carretera lo más fielmente posible el trazado del Turia. Puesto que el objetivo era el mismo, Valencia.

Carretera sinuosa en su primera mitad salvando el cauce por uno de los puentes más impactantes por los que hemos conducido. Y una segunda parte, recta y directa hacia la capital.

Ademuz.
Ademuz.

El objetivo era claro. El búnker de la playa del Saller. Lugar icónico para nosotros puesto que fue el último lugar donde dormimos con nuestro antiguo Opel Antara antes de adquirir nuestra furgo. Lugar que, posiblemente también sea el último lugar donde dormir con ella, antes de la llegada de la pequeña India.

La Albufera de Valencia

A la llegada organizamos la comida para, seguidamente, pasar al momento de siesta de Afri y lectura para el acompañante. Tras ello, varios planes. Visitar la Albufera y buscar alguna de las localizaciones de la serie El Embarcadero. Y al anochecer, visitar al cine de verano de la playa del Saller. Las circunstancias quisieron que cambiásemos esta segunda opción por una cena en la localidad de El Palmar.

La Albufera. Valencia.
La Albufera. Valencia.

Intentamos alquilar una embarcación típica de la albufera para disfrutar del bello atardecer que se observa desde este lugar, pero nos resultó agobiante debido a la multitud de gente que se concentraba para realizar de esta actividad. No son tiempos para multitudes…

Vuelta a casa

A la mañana siguiente, desayuno tranquilo con el amanecer en el horizonte. Paseo por la playa, algo de lectura y corrección de exámenes frente al mar.  Tiempo justo para preparar la comida antes de iniciar el camino de vuelta a casa.

Amanece en el Saller. Valencia.

Hasta aquí nuestra escapada a la montaña-playa. Una de esas libertades que te permite las furgos. Adaptados a las circunstancias del Covid y a nuestro embarazo. La flexibilidad y espontaneidad en estado puro.

Playa de El Saller. Valencia.
Playa de El Saller. Valencia.

 

 

 

 

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